Introducción


La idea fundamental de “mi fútbol” se basa en un juego con determinación, defensa, creación, ofensivo y definición. Voy a desarrollar un fútbol total y colectivo con 11 jugadores involucrados activamente tanto en la fase defensiva como ofensiva. Utilizando los espacios el tiempo y la creación, nuestra misión es dominar ambas fases.
Los módulos de fútbol están cambiando su papel en el juego moderno. Partimos de una disposición estática de los jugadores en el campo hasta la ocupación dinámica de posiciones en base a los principios del modelo de juego. Una disposición que varía en función de la fase (ofensiva-defensiva) y de los cambios emocionales que se produzcan en cada momento del partido. Por eso buscamos jugadores técnicos y dinámicos, con especial relevancia en el uno contra uno para jugadores de banda. A través de “tutoriales” pretendemos ayudar a los jugadores a reconocer determinadas situaciones y adaptarse al contexto, buscamos lograr fluidez.
La definición y creación del contexto ideal (táctico, técnico, físico y emocional) para que los jugadores alcancen su mejor versión será nuestro mayor reto. También me gustaría mencionar a aquellos que me han inspirado y ayudado a dar forma a mi idea del fútbol.

Los jugadores

Como veremos a continuación, la definición de roles está cambiando en el fútbol moderno. Ya no son los puestos fijos los que definen las características de los jugadores, sino las funciones y tareas que pueden realizar en el juego las que le dan identidad. Es por ello que se valorarán las características de los jugadores con respecto a las tareas que son capaces de realizar. Dicho esto, sigue siendo útil describir en general las cualidades de los roles clásicos llevados al fútbol moderno.

Portero

Sumado a las características clásicas de este jugador en la defensa de su portería, el portero moderno no puede obviar la defensa del campo fuera de su área y el trabajo de su equipo en posesión del balón. Cubrir el campo fuera del área es fundamental para las defensas que reducen la agresividad del campo. También en posesión, el portero es inevitablemente un elemento más en el inicio del juego y debe ser capaz de identificar la solución más eficaz para progresar, orientando el balón en esa dirección y filtrando los pases si es necesario.

Defensores Centrales

Junto al portero, el papel del defensa central es el que más ha evolucionado en los últimos 30 años, tanto en la fase defensiva como en la ofensiva. En sus inicios, la posición requería enfocarse exclusivamente en el adversario directo con la intención de anotar, luego con la incorporación del área grande surgió la necesidad de comenzar a leer espacios e interpretar situaciones. Hoy el Defensa Central no solo debe mantener estas dos cualidades, sino que debe defender grandes espacios lejos del área grande, si es que forma parte de un equipo ofensivo con líneas de ataque. En posesión, junto al portero, los defensas centrales se convirtieron en los principales directores del juego, asumiendo tareas de lectura de las estrategias de bloqueo del rival. Eso quiere decir que el rol es llegar a las estadísticas de pases clave, esos que rompen líneas de presión, que otros tenían los centrocampistas de punta absoluta en este importante departamento.

Defensores Externos

El rol del lateral es muy flexible y en esta posición hay jugadores con las más variadas características, que pueden ser utilizados en el fútbol moderno dependiendo del modelo de juego o sistema utilizado asignando diferentes tareas. El que sea más técnico podría usarse como opción de amplitud en ataque o el más físico y dinámico se puede sumar a la línea de mediocentros interiores en posesión. Es decir, la importancia de estos jugadores ha crecido de forma tan significativa que en algunos casos podemos identificarlos como los propios generadores del juego desde abajo.

Mediocentro e Interno

El fútbol de los últimos 20 años con el fútbol de Ancelotti, el Barcelona de Guardiola y el Real Madrid de Zidane, nos ha demostrado que no es una opción ignorar las necesidades técnicas del mediocentro. Tras una etapa dominada por los centrocampistas físicos (1990), la eficacia de los jugadores técnicos y con una amplia visión de juego en el centro del campo ha quedado plenamente demostrada. Lógicamente, a estas cualidades hay que sumar una buena dosis de movilidad para desarrollar funciones adicionales como construir juego o llegar al área rival y sobre todo un componente emocional actitudinal para coordinar la presión colectiva ante la pérdida de balón. El fútbol de los últimos 20 años con el Milan de Ancelotti, el Barcelona de Guardiola y el Real Madrid de Zidane nos ha demostrado que no es una opción ignorar las necesidades técnicas del centrocampista.

Centrocampistas Externos

Tanto internos como externos, los centrocampistas también tienen un papel de gran flexibilidad. En función de las Características Individuales, se puede decidir aislarlos en el 1v1 por banda (característica fundamental en el fútbol de élite para outsiders) o utilizarlos en carriles internos con pierna cambiada. Entre las características ideales adicionales, las asistencias y los pases filtrados son de gran valor. Además, en la fase defensiva es de vital importancia su agresividad para recuperar el balón tras perderlo.

Delanteros

Los delanteros son habitualmente los mas talentosos con cualidades y características muy particulares. Debemos canalizar y resaltar ese talento dentro del funcionamiento colectivo para obtener lo mejor de estas individualidades. En mi modelo de juego, el ataque en profundidad (incluso en corto) es un elemento de mucha importancia y son los delanteros quienes generan los espacios para mediocampistas o extremos. En un modelo de juego ofensivo, como el planteado, donde es vital que los delanteros puedan comunicarse técnica y tácticamente  con sus compañeros para esta creación de espacios.

Pressing 

Presión avanzada de acuerdo a la necesidad a la zona indicada

Los objetivos en la fase defensiva son dos; No recibir goles, Recuperar la pelota lo  antes posible. Partiendo de la base de estos dos conceptos, queremos organizar nuestra fase ofensiva ordenando para recuperar avanzado, no solo para proteger nuestro arco sino para intentar recuperar en aquellos sectores del campo que sean de peligro para nuestro rival. Recuperar en campo rival tiene, además de la ventaja táctica, un impacto mental y emocional enorme del juego.  

Ensayo - Entrenamiento 

Algunos estudios  llevados a cabo por mi staff, demuestra que los intentos de recuperación inmediata en equipos de elite alcanzan los  30 ' 35 por partido con una tasa de éxito del 70% (recuperación inmediata). La duración promedio de esta acción de presión inmediata es de 5 segundos e involucra en promedio a 2.5 jugadores.

En la salida del fondo del rival ejercemos un pressing "invitacional" tratando de direccionar el juego hacia un área del campo o un jugador específico. Al respecto, también hemos realizado algunos estudios específicos resultando que los grandes equipos europeos realizan alrededor de 45 acciones de pressing por partido con un promedio de entre 12 - 14 minutos presionando la salida rival. Alrededor del 60% de estas acciones llevan a la recuperación de la pelota y solo entre 10 - 15 % de las veces le rompen la presión a los considerados "grandes equipos" cuando presionan la salida rival. Dicho esto, una vez rota esta presión, las chances de recibir un gol aumentan considerablemente.

Disposición Defensiva

Con la pelota en nuestro campo nos movemos a posiciones iniciales prestando especial atención a las coberturas. De la marca exclusiva del pressing pasamos a una actitud de marca- cobertura (atención a la cobertura del lado fuerte sin perder de vista a mi marca).

No queremos conceder ningun pase filtrado o clave hacia la zona de finalización (reducir esta posibilidad con la línea mas adelantada y los mediocampistas).

Basculemos significativamente en la zona de la pelota. Si un extremo bascula hacia el centro del campo en los últimos 30 metros y encuentra un rival libre entre la pelota y el volante de lado, se posiciona internamente entre el rival y la pelota. El equipo debe estar corto y compacto, en particular los delanteros deben trabajar conectados y listos para recuperar pelotas que salgan de nuestro último cuarto de campo.